Hoy te proponemos implementar en tu vida 10 hábitos que te harán la vida más fácil. Son cambios sencillos, pequeñas cosas que puedes ir introduciendo en tu vida y que cuando ya sean una costumbre, un hábito, te facilitarán mucho el día a día, te lo harán menos estresado y más cómodo. Son muy sencillos de aplicar, sólo tienes que proponértelo durante un tres semanas o un mes, y luego ya serán costumbres que ni tendrás que pensar si estás realizando o no. Verás cómo merecen la pena.
1.- Cuando notes que está a punto de acabarse un producto habitual, anótalo en la lista de la compra; si ves que sólo quedan galletas para mañana, si tienes que apretar el dentrífico para poder sacar algo de pasta, cuando vayas a coger un yogur y veas que sólo quedan dos en la nevera… no esperes a que se acabe, en ese mismo instante anótalo (si lo dejas para después es muy probable que se te olvide) para poder comprarlo cuanto antes y que no te encuentres con que te has quedado sin ello o con tener que adelantar el día de compras.
2.- Cuando un miembro de la familia termine de comer, tendrá que dejar sus utensilios recogidos. Al menos, juntar sobre el plato los cubiertos y vaso usados y la servilleta guardada, pero si los deja en el lavavajillas o el fregadero, mejor que mejor. Lo pueden hacer incluso los niños, salvo los muy chiquitines. A cada uno no le ocupará más de un minuto pero si todos lo dejan para que lo haga uno sólo, éste tardará y trabajará más. Es una pequeña colaboración que debería ser obligada cada vez.
3.- Cuando uno se ducha o cambia de ropa, pone la sucia en el cesto o cajón habilitado para ello. Es un hábito sencillo que no le requiere ningún trabajo, pero si alguien tiene que andar detrás de los demás recogiendo lo que han dejado en medio, tendrá mucho más trabajo y, si no puede hacerlo, la casa parecerá un caos sin necesidad.
4.- Tras cepillarte los dientes, enjuaga con agua del grifo el lavabo y da una mínima pasada al espejo con papel higiénico. Cada miembro de la familia debería hacerlo. Es un minuto o menos de labor que hará que todo quede limpio y recogido, sin ese aire de suciedad. Además si se secan los restos de pasta salpicados en el espejo luego costará más trabajo limpiarlo y lo que al instante se hace en unos segundos puede requerir varios minutos.
5.- Cuando te laves las manos, deja bien colocada la toalla con la que te las has secado y si está muy mojada o sucia, échala a lavar y pon una limpia en el toallero. Cuesta lo mismo dejar la toalla bien que mal puesta y la sensacion de limpieza y orden para el que venga detrás, variará y mucho.
6.- Cuando cocines, ve limpiando lo que manches. Ahorrarás tiempo y la cocina no tendrá un aspecto suciio y caótico si llega alguien, ni te agobiará luego ver la fregadera llena y las encimeras repletas de cosas.
7.- Al levantarte del sofá, ahueca los cojines. Tardarás unos segundos, pero además de quedar ordenado, cuando vuelvas a sentarte los encontrarás mullidos y acogedores de nuevo, lo que sin duda te hará sentir mucho mejor que si estuvieran apelmazados.
8.- Cuando cocines, haz el doble de todo lo que aguante bien la congelación y congélalo para otro día. Puedes guardarlo para esos días en que andas más deprisa o atareada o con menos ganas de trabajar. Además de ahorrar en trabajo, también ahorrarás en suministros de energía.
9.- Cuando lleguen las facturas y recibos del hogar, revísalas y archivalas por categorías (luz, teléfono, basuras, etc…) en una carpeta clasificadora. Además de evitar tener papeles por medio, si tienes que realizar una consulta o necesitas algún recibo, podrás encontrarlo sin complicarte la vida, al instante.
10.- Al entrar en casa, quítate el calzado de la calle y ponte otro adecuado para estar en tu hogar. Además de sentirte más cómoda y alargar la vida de tu calzado de calle, evitarás traer suciedad a casa, lo que se traduce en ahorrar tiempo de limpieza.
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