10 excusas para viajar a Lisboa

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10 excusas para viajar a Lisboa

¿Necesitas excusas para tu próximo viaje? Te proporcionamos 10 excusas para viajar a Lisboa que convencerán a cualquiera de que es justo lo que necesitas. Probablemente hasta quieran acompañarte en este viaje. Porque, ¿quién va a querer perderse unos días así?

1.- No he probado los pasteles de Belem y dicen que son los mejores del mundo. Si, eso dicen. La fórmula es secreta y cada día acuden a comprarlos turistas de todo el mundo y lisboetas con ganas de disfrutarlos. Son sólo una de las delicias de la ciudad y sentarte en la terraza de alguno de los cafés centenarios de Lisboa a disfrutarlos, una gran idea. Claro que también puedes aprovechar y llevártelos de excursión, a modo de tentempié, a las cercanas Cascais o Estoril, dos ciudades con mucho encanto y a muy pocos kilómetros de la capital portuguesa.

2.- Quiero viajar a una ciudad europea sin subir a un avión. Lisboa está muy bien comunicada por carretera y tren desde varias ciudades españolas, especialmente desde Madrid, Vigo, Zamora, Salamanca o Cáceres, entre otras. Si viajar en avión te aterra o estás hasta las narices de que te pierdan el equipaje, coge el transporte público o tu propio coche, y anímate a llegar hasta Lisboa.

3.- Tengo mono de mar. Lisboa es una ciudad que vive de cara al mar, en la desembocadura del Tajo. Es la última capital europea que mira al Océano Atlántico y por ella a lo largo de los siglos han pasado galeones y goletas, yates, cruceros de lujo, barcos esclavistas o grandes mercantes. En los alrededores de la ciudad hay playas estupendas en la zona de Cascais , por ejemplo, a pocos kilómetros del centro de Lisboa. Pero desde la misma ciudad puedes contemplar el mar desde lugares como la torre de Belem o desde alguno de los barrios altos de la ciudad.

4.- Necesito comprar toallas… y volveré con mucha moda en la maleta. Hace años el comprar toallas era un clásico en los viajes a Portugal. Hoy en día hay otras compras más interesantes en las que embarcarse, más allá de las clásicas artesanía, productos gastronómicos y antigüedades. En Lisboa hay nuevos creadores de moda que es interesante descubrir, conocer y con cuyas prendas tendrás asegurado que nadie vestirá que tú en la próxima boda a la que te inviten o en la siguiente fiesta del trabajo.

5.- Me encanta el acento de los lisboetas. Y si se lo escucho a un guía que me enseñe los lugares más interesantes de la ciudad en mi propio idioma, mejor que mejor. Contrata un guía que te cuente lo más importante de lugares turísticos como el museo de la Fundación Calouste Gulbenkian, el Monasterio de los Jerónimos o las ruinas del Convento do Carmo, convertido hoy en Museo Arqueológico. Pero también lugares más secretos y encantadores sólo conocidos por quienes viven la ciudad a diario.

6.- No sé lo que es el fado y me gustaría conocerlo. Pues no hay mejor lugar que Lisboa para hacerlo, en alguna de las tabernas o clubes del barrio de Alfama en que hay actuaciones en directo prácticamente a diario. E incluso te podrás traer algunos discos de vuelta a casa, para seguirlo conociendo día a día.

7.- Soy fan desatada del bacalao. Y dado que éste alimento es el alimento nacional de Portugal, un viaje a Lisboa es estupendo para disfrutarlo. En modestas casas de comidas o en lujosos restaurantes de alta cocina, el bacalao siempre está presente en la carta y en la mesa, en multitud de preparaciones diferentes con las que deleitarte.

8.- Me muero por fotografiar tranvías y paredes de azulejos para instagramear. ¿Y qué mejor lugar que Lisboa para hacerlo? En barrios como El Chiado y el Barrio Alto, encontrarás encuadres únicos para que disfrutes cámara en mano. Pero no te quedes sólo ahí y descubre lo más inusual y las imágenes cotidianas que revelan la verdadera cara de la ciudad en todos tus paseos por Lisboa.

9.- Es que a mi me gusta lo bueno, bonito y barato. Lisboa es una capital que todavía se puede visitar sin necesidad de presupuestos prohibitivos, aún disfrutando de todas las comodidades; buenos hoteles a precios moderados, posibilidad de salir de copas o de restaurante con un presupuesto medio-bajo y, además, por cercanía verás que los traslados ida y vuelta hasta allí salen bastante bien de precio.

10.- ¿Para qué me voy a ir más lejos con todo lo que me queda por conocer aquí al lado? Y es que nuestro país vecino, con su capital al frente, está llena de rincones con encanto que descubrir por el visitante. No pierdas el tiempo en largos traslados; disfrútalo en tu destino.

¿Preparada para viajar a Lisboa?

 

Foto by Pixabay

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