10 consejos prácticos para tu lavandería doméstica

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10 consejos prácticos para tu lavandería doméstica

Hoy te damos 10 consejos prácticos para tu lavandería doméstica, que te pueden venir muy bien. La experiencia es un grado y gracias a estos consejos nacidos frutos de la experiencia, verás que el día a día es mucho más fácil en lo que al tema colada se refiere. 

1.- Tanto para la ropa limpia que espera ser planchada como para la ropa ya planchada lista para guardar, si eliges cestos de mimbre, asegúrate de que tengan un forro interior de tela o pónselo tú. Si por un golpe se parte alguna de las partes del cesto, gracias al forro evitarás que se enganche en alguna prenda de ropa y pueda deteriorarla. 

2.- Busca un cesto para la ropa que se pueda limpiar fácilmente y que si tiene dentro una bolsa o saco de tela se pueda retirar para ser lavado periódicamente. Ya que están hechos para albergar ropa sucia, si no se pueden lavar fácilmente puede acabar siendo un foco de infección en tu hogar.

3.- Elige un cesto para la ropa sucia que no tenga un cierre totalmente hermético o que tenga respiraderos. Esto evitará que en verano o con la ropa de deporte, se genere un desagradable mal olor dentro.

4.- Si dispones de espacio, pon una pequeña cuerda o un tendedero portatil interior para la ropa que no puede ir a la secadora, si es que no dispones de un lugar exterior en el que colgarla o el tiempo meteorológico no te lo permite.

5.- Habilita un cesto o una cajita en la que poner esos calcetines desparejados que "aparecen" en todas las casas. Te resultará muy cómodo para acabar emparejándolos a todos.

6.- Un cesto de ropa sucia doble es muy práctico si dispones de espacio para ello: Puedes usarlo para separar la ropa blanca de la de color o para separar la ropa delicada del resto de la colada. Realmente al echarla a lavar no pierdes tiempo y si ganas minutos después al evitarte tener que selccionar la ropa para cada colada. 

7.- Para tu plancha o centro de planchado al vapor, utiliza el agua del cajetín de la secadora por evaporación. Es agua destilada y así podrás aprovecharla y de paso evitarás que el cloro y la cal  vayan dañando poco a poco tus aparatos de planchado.

8.- Si sólo puedes poner lavadora y secadora a horas intempestivas, plantéate insonorizar la lavandería antes de montarla. Como suelen ser cuartos de pequeño tamaño no cuesta mucho hacerlo (ni en dinero, ni en trabajo) y luego puedes llegar de trabajar tarde o levantarte muy temprano por la mañana  y poner la lavadora sin problema de que te moleste a ti o a tus vecinos. A la larga, es una inversión que se agradece mucho en la vida diaria.

9.- Para la ropa ya planchada lista para ser guardada, elige cestos que pesen poco y que sean cómodos de transportar. Los que tienen asas son muy cómodos. Es preferible que tenga buen fondo a que tengan mucha superficie, para no tener que hacer maniobras raras para entrar en cada habitación a guardar la ropa correspondiente.

10.- Los detergentes y productos de lavado guárdalos en un armario con cierre a prueba de niños, para evitar disgustos. Es mejor ponerlos en la parte baja que la alta para evitar que se derrame sobre tu rostro al cogerlo, sobre todo si están llenos y pesan, pero siempre hay que hacerlo en un armario con un cierre que no pueda ser abierto por niños pequeños. Un doble cierre de seguridad o un doble cerrojo es lo mínimo necesario en seguridad infantil.

 

Foto by Pixabay

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