Ya sabemos que comer patatas fritas a diario no es propio de una alimentación saludable y equilibrada. Pero eso no quiere decir que para alimentarte bien debas renunciar a ellas para siempre. Puedes disfrutarlas como alimento ocasional, siempre que no creas que una buena ocasión es casi cada día. Eso sí, el día que las comas elige patatas fritas de calidad. Te contamos cómo hacer patatas fritas perfectas en casa para que las disfrutes plenamente y no te conformes con patatas fritas congeladas que no te satisfarán sea para guarniciones de hamburguesas o para lo que te apetezca.
Cómo hacer patatas fritas perfectas, los trucos para hacer patatas fritas crujientes por fuera y tiernas por dentro.
Elige variedades de patata específicamente recomendadas para freír.
No todas las variedades de patatas son adecuadas para elaborar todo tipo de preparaciones. Si te preguntas cómo hacer patatas fritas perfectas el primer paso es comprar patatas adecuadas para freír.
Actualmente es sencillo porque la mayor parte de las patatas que se comercializan envasadas llevan en su etiquetado iconos o símbolos que indican para qué técnicas de cocción son más apropiadas. Fíjate que aparezca una sartén o freidora y sabrás que son variedades de patatas para freír.
También puedes recordar cuáles son las mejores variedades de patatas para freír y pedirlas en tu frutería habitual. Monalisa, Agria, Soprano y Caesar son las mejores variedades para hacer patatas fritas.
Corta las patatas de forma regular.
Así también se cocinarán de modo regular. Los bastones de patata crujientes por fuera y tiernas por dentro suelen tener un grosor de un centímetro aproximadamente. Si lo que quieres es hacer patatas muy crujientes en toda su superficie deberás cortarlas en tiras como para patatas paja que aunque son patatas que se preparan fritas no son lo que habitualmente conocemos como patatas fritas.
Deja las patatas un cuarto de hora en remojo y luego sécalas bien.
Uno de los trucos clave que debe conocer quien se plantea cómo hacer patatas fritas perfectas es dejar estas 15 minutos en remojo. El agua debe ser fría, pero no helada. Nunca utilices agua caliente.
Con este remojo las patatas pierden buena parte de su almidón. Así al freírse el aceite no se ensucia y, sobre todo, se logra que no se peguen entre sí. Probablemente si no sigues este paso habitualmente tengas el problema de sacar grupos de patatas unidas entre sí de la freidora.
Eso sí, tras el remojo es importante que las seques bien con un paño de cocina seco y limpio. No eches directamente las patatas mojadas al aceite o liarás una buena en la cocina, se manchará todo y las patatas no quedarán crujientes.
Haz una primera fritura suave y una posterior a más temperatura.
Si utilizas sartén, esta debe ser alta. Lo mejor es utilizar una freidora que te permite freír una mayor cantidad de patatas de una vez con una inmersión perfecta en el aceite. Este puede ser aceite de oliva virgen extra, semillas o el que habitualmente utilices, siempre que soporte bien temperaturas de 190ºC. El sabor es cuestión de gustos personales.
La primera fritura debe ser suave. A una temperatura de unos 140ºC y durante unos 8 minutos o poco menos. Se trata de que las patatas casi se confiten, se hagan bien en su interior.
Saca las patatas. Para la segunda fritura eleva la temperatura a 190ºC. Sumérgelas de nuevo cuando el aceite alcance esa temperatura y mantenlas en el aceite hasta que queden su exterior bien dorado y crujiente.
Esta doble fritura es necesaria si te planteas cómo hacer patatas fritas perfectas. La freidora te permite medir la temperatura pero también hacer una buena cantidad sin volverte loco. Procura dejar entre una fritura y otra un tiempo de reposo de entre 20 y 30 minutos si dispones de tiempo para ello. ¡El resultado es mucho mejor!
Saca las patatas fritas a una fuente con papel absorbente de cocina.
Antes de poner las patatas fritas en el recipiente en el que las llevarás a la mesa lo ideal es sacarlas a una fuente o plato con papel absorbente de cocina después de escurrirlas muy bien. Así este absorberá el exceso de grasa y las patatas fritas quedarán mucho mejor; más ligeras y más crujientes.
Sazona las patatas fritas al final.
Para hacer patatas fritas crujientes por fuera es importante no sazonar hasta el final. Puedes hacerlo tú mismo o dejar que cada comensal las sazone a su gusto. Si vas a servir salsas para acompañar patatas fritas, hazlo en cuencos o salseras aparte, y así no se reblandecerán las patatas.
Cuando te plantees cómo hacer patatas fritas perfectas recuerdas estos pasos y trucos. Llevándolos a la práctica lograrás unas patatas fritas crujientes por fuera y tiernas por dentro. ¡Apetecibles y deliciosas.
