Adolescentes y una fiesta en la piscina

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Adolescentes y una fiesta en la piscina

Si tu casa o tu vivienda de veraneo dispone de piscina privada y tienes hijos adolescente, hay un tema que no tardará en en salir; "Mamá, quiero hacer una fiesta en la piscina con mis amigos". Y es que, seamos sinceros, ¿quién en su lugar no querría? Si tienes dudas, te ayudamos a despejarlas; todo lo que implica una fiesta de este tipo y cómo hacer que transcurra sin problemas.

* No al alcohol. Por supuesto, prohibido si son menores pero aunque tengan la edad legal para hacerlo, una fiesta en la piscina con alcohol es una peligrosa combinación. Admitamos que te puedan colar algo sin que lo detectes, bueno, puede pasar; todos hemos sido jóvenes y la capacidad de burlar las normas es grande, pero si lo permites no será una cantidad mínima, estará al acceso de todos y no podrás limitarlo ni controlarlo. Con una sóla persona que haya bebido más de la cuenta y una piscina llena de agua, los problemas pueden multiplicarse, desde poner en riesgo su propia integridad a hacerlo con la de otros. Sé firme en esto por encima de todo lo demás, si no quieres que un día especial termine de mala manera.

* Si a las pistolas de agua. Es divertido y mejor eso para poner una chispa de diversión que juegos más peligrosos que pueden surgir a falta de ella. Aunque en principio les suene infantil, compra unas cuántas, lo admitan o no, terminarán usándolas sin límite.

* Limita el número de invitados. Que no se te vaya de las manos y se descontrole todo. Determina un número de invitados y cúmplelo a rajatabla para evitar problemas y para que no se desmande nadie sin control. Sobre todo ponte firme con no permitir que un invitado invite a su vez a otras personas, porque no tienes por qué meter en casa a desconocidos y menos siendo una fiesta con menores y en ropa de baño. Cualquier precaución es poca y más vale pecar de prevenida que de lo contrario.

* Evita molestar a los vecinos. Si es inevitable que se les molestará por la cercanía, hazlo en un horario razonable y durante un tiempo igualmente razonable. Habla con ellos antes para que sepan que es algo puntual y controlado que no se repetirá cada día, y evitarás que puedan sentirse molestos y llamar a la policía, por ejemplo. También avisa para asegurarte que no hay nadie al que pueda molestarle de verdad la música y el jolgorio de un buen grupo de personas de fiesta (enfermos, bebés o personas que trabajan y para las que lo razonable es dormir a una hora determinada, aunque sea por el día). 

* Organiza una especie de candy bar al aire libre. Con bebidas para refrescarse (nos reiteramos, evita el alcohol) y algunas chucherías que no lleguen a categoría de comida. O, mejor dicho, ayuda a que lo organice y prepare tu hijo o hijos, aunque sea con ayuda de algún amigo. Es su fiesta, es su trabajo; su diversión no tiene que suponer un trabajo extra para ti y eso deben tenerlo claro desde el primer momento.

* Un adulto debe estar cerca. No necesariamente presente en la fiesta pero si al lado; pongamos que no sale a la zona de piscina, es decir, al recinto en que propiamente transcurre la fiesta,  pero es indispensable que esté en casa. Para que no se desmadre la cosa, para en caso de que ocurra algo pueda estar accesible… 

* Haz un trabajo de prevención de comportamientos negativos. Y si eres consciente de que alguien transgrede las normas, sé radical y expulsa a esa persona sin miramientos o da por terminada la fiesta, según veas que lo puedes manejar. Hay límites que no deben pasarse como es el caso de las gamberradas que supongan un peligro real para la integridad de una o varias personas, burlas hacia el aspecto físico de alguien o comportamientos de acoso o abuso sexual de ningún tipo.

 

Foto by Pixabay

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