La ludopatía en adolescentes es un problema creciente. Entre menores y jóvenes menores de 20 años, la ludopatía está creciendo en España y en todo el mundo. El acceso al juego era más difícil hace unos años para las personas de estas edades, pero el incremento de las casas de apuestas y el juego on line ha disparado este problema.
Ludopatía en adolescentes en España, un problema creciente.
Si en los años ´80 la gran lacra de la juventud fue la heroína, en esta época lo es el juego. ¿Sabías que en España cuatro de cada diez menores desarrollan ludopatía? En toda la UE se ha detectado que pese a las prohibiciones los menores acceden a casas de apuestas y juegan. De hecho, recientemente ha habido operaciones conjuntas entre fuerzas policiales de diferentes países de la UE para detectar estas y clausurar espacios que incumplen la prohibición de permitir el acceso a menores a sus recintos.
La tentación es poderosa y el atractivo del juego, también. Entidades como el Defensor del menor, OCU, FACUA, asociaciones vecinales, de atención a la infancia, asociaciones de lucha contra la ludopatía y datos policiales están alertando de que este es un problema creciente sobre el que empezar a trabajar ya para solucionarlo cuanto antes y evitar que se nos vaya de las manos. Actualmente en España el 13,6% de menores adolescentes acude a casa de apuestas. Y entre la población de 18 años, la cifra asciende al 27%.
Detectar adicciones conductuales en adolescentes es algo que los progenitores pueden intentar pero las medidas a tomar no deben lugar solo a nivel doméstico. No en uno de los países del mundo con una mayor tasa de ludopatía en la adolescencia.
Empezar a jugar es muy sencillo. Engancharse, aún más. Dejarlo, mucho más complicado. Los menores suelen iniciarse por el aspecto lúdico, incitados por otros, porque han visto ganar dinero a alguna persona cercana o porque creen tener más conocimientos y piensan que van a ganar dinero. La mayor desgracia que puede darse en ese primer acercamiento al juego es obtener ganancias, especialmente si son importantes. Porque el optimismo se desborda y la fase de enganche se acelera.
Pero la realidad es que el juego es un negocio lucrativo para las casas de apuestas y empresas del sector, no para los jugadores. Con las pérdidas y sin poder dejar de jugar la ludopatía en adolescentes es ya un hecho y comienza a dar muestras del daño que puede hacer. La obsesión por apostar, los primeros préstamos a conocidos o familiares, el vender incluso muy por debajo de su precio bienes propios o ajenos para disponer de dinero con el que jugar, son frecuentes.
La dependencia emocional del juego, el subidón al ganar, la reacción al perder, la búsqueda incansable de dinero para apostar, el estar siempre pendiente del juego en el móvil o la casa de apuestas más cercana, van tejiendo una tela de araña en la que el adolescente queda atrapado.
Tanto los jóvenes que juegan solos como los que lo hacen en grupo, siguen un patrón similar hasta que alguien de su entorno se da cuenta de que se han convertido en adictos al juego. Esto, por desgracia, a menudo se descubre demasiado tarde.
Cuando se sospecha de ludopatía en adolescentes el primer paso que se recomienda es acudir a un profesional. Consultar en una asociación de familiares de ludópatas también es una buena forma de actuar. Lo importante es conocer qué pasos recomiendan dar y que puede el progenitor hacer en estos casos para ayudar a su hijo.
