Cuidados de belleza para el escote

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Cuidados de belleza para el escote

La zona del cuello y del escote es de las más delicadas del cuerpo porque en ella suelen reflejarse con mayor crudeza los síntomas del paso del tiempo y los problemas de salud o belleza de la piel. Arrugas, flacidez, desescamación por sequedad… son problemas que si existen, se reflejan en el escote y el cuello de forma más marcada que en otras partes del cuerpo y es por ello que debemos tratar esta zona con mayor cuidado y atención.

La fina piel de esta zona del cuerpo requiere dosis extras de hidratación y nutrición; no debemos olvidar aplicar la crema al cuello cada vez que lo hagamos al rostro, y usar una crema corporal reafirmante (si posee colágeno, mejor que mejor) en la zona del escote, diariamente.

Aunque existen muchos tratamientos estéticos profesionales para esta zona, también hay muchas cosas que podemos hacer en casa, empezando por exfoliar y aplicar una mascarilla adecuada una vez por semana; puede ser una mascarilla nutritiva y/o reparadora o una mascarilla reafirmante con colágeno. Aplicar periódicamente alguna mascarilla casera natural suavizante, como la de arcilla verde, también es una buena idea. 

Existen ejercicios físicos específicos para mejorar el aspecto de esta parte del cuerpo. Encaminados  todo a la reducción  y tonificación de la papada, intenta un par de veces al día hacer una serie de 10 intentos de tocar la nariz con la punta de la lengua y 10 intentos de tocar la barbilla con la punta de la lengua. Para mejorar la zona del escote haz ejercicios de tonificación pectoral, que se verán reflejados en el escote, como las series con mancuernas estirando los brazos a los lados y uniendo las manos a la altura del pecho, por ejemplo.

Para prevenir la aparición de sequedad y arrugas, es importante usar un fotoprotector. En el cuello, siempre (la misma crema de día con fotoprotector que utilices para el rostro) y en el escote, siempre que quede al aire. Convertirlo en un hábito para proteger esta zona, será la mejor prevención posible. No lo olvides; con el tiempo, lo agradecerás.

El famoso colágeno no es sólo algo que podamos aplicar mediante tratamientos tópicos, también podemos incluir en nuestra dieta habitual algunos alimentos ricos en colágeno o que ayuden al cuerpo a generarlo por si mismo. Por ejemplo las patitas de cerdo, las nueces europeas o las de macadamia, las pipas de girasol, sardinas, carnes rojas y huevos.

 

Foto by Pixabay

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