18 consejos para una cena de Nochebuena

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18 consejos para una cena de Nochebuena perfecta

Si este año te toca organizar la cena de Nochebuena, no te agobies, toma nota de nuestros 18 consejos para una cena de Nochebuena perfecta y ponte manos a la obra con una sonrisa en el rostro y muchas ganas de que todo salga de maravilla. Tendrás todas las herramientas para triunfar y hacer que la noche sea, en el mejor sentido de la palabra, memorable.

1.- Pon la mesa bonita pero sencilla. Un centro de mesa bonito, unos candelabros bajos o alguna flor fresca siempre se agradece, pero con moderación, no se trata de llenar la mesa de objetos que a la hora de la verdad sean más un estorbo que otra cosa, que no os impidan comer con tranquilidad o quiten sitio para poner comidas y bebidas en la mesa, ni que nos impidan ver a la persona que tenemos sentada enfrente y poder charlar con ella con tranquilidad.

2.- Evita temas polémicos en las conversaciones. Prohibido hablar de todo aquello que genere mal rollo y discusiones sea política, fútbol, religión, toros o lo que sea. Advierte de ello a tus invitados amable pero firmemente con antelación y también cuando lleguen a tu casa ese día (con mano izquierda y en tono de broma, se pueden decir muchas cosas serias sin ofender). Y en cuanto veas que la conversación deriva hacia temas polémicos, intervén para atajarlo. Haz cómplices a tus invitados más serenos para que te ayuden a desviar las conversaciones peligrosas y todo transcurra en un ambiente de armonía y buen rollo.

3.- Ni frío, ni calor. Procura que la temperatura en casa sea adecuada; pasar frío es tremendo pero un exceso de calor también resulta muy desagradable y no es nada bueno para la salud. Juega con el termostato y todos estarán contentos.

4.- No dejes todo para el último momento. Sólo lograrás agobiarte pensando en que no vas a llegar a tiempo, y eso termina generando nervios, mala leche y frustración, que se puede contagiar a los demás. Todo lo que sea susceptible de dejarse preparado con antelación, déjalo preparado con antelación. Te sentirás mucho mejor y todo fluirá de la mejor manera.

5.- Apaga la televisión. Se trata de pasar una noche en buena compañía; tener la televisión encendida por tenerla, no aporta nada más que ruido, distracciones y no ayuda a estar a gusto y a generar conversaciones interesantes.

6.- Música de fondo, sólo si agrada a todos. En caso, contrario, mejor prescindir de ella. En cualquier caso, si usas música de fondo que sea verdaderamente de fondo, para acompañar, y que no amortigüe las conversaciones o las entorpezca, ni haga necesario elevar la voz para poder charlar amigablemente.

7.- Elige comida que guste y siente bien. Si sabes que alguno de tus comensales tiene alguna alergia alimentaria o algún problema de salud, tenlo en cuenta a la hora de elegir los platos del menú que vas a servir.

8.- Prepara un entretenimiento para antes y después de la cena. A veces la diversión surge sola, y de hecho es lo ideal, pero por si acaso la gente se amuerma de más y no surge nada, tener ya preparado algún entretenimiento puede salvar la velada. Sea un karaoke, juegos de mesa, un concurso de baile o una película entretenida para los peques o los más sosos de la familia, guárdate al menos un par de ideas en la manga para después de la cena. Y si la espera desde que lleguen tus primeros invitados hasta el momento de sentarse a cenar va a ser larga, procura también tener algo con lo que puedan permanecer entretenidos mientras te ocupas de los últimos toques en la cocina.

9.- El alcohol, con moderación. Sobre todo cuando se trata de esos invitados que se ponen pesados, discutidores o incluso algo agresivos cuando beben de más; si hay alguno de ellos en la mesa y lo sabes, no dejes las botellas en la mesa y a su alcance, sirve los vasos o copas y deja la botella en la cocina o en un aparador aparte. No es que vaya a impedirle beber, pero si que beberá menos que si la tiene al alcance de contínuo. Y cuando sirvas los licores con el café, haz lo mismo; llena los vasos o copas y guarda la botella. Aunque repitan, no será lo mismo que si dejas las botellas sobre la mesa.

10.- Los regalos, después de la sobremesa. Si tenéis la costumbre de intercambiar regalos o los recibirán los niños de la familia, déjalo para después de la cena y la sobremesa, al filo de la medianoche, para que no se esté más pendiente de ello que de estar disfrutando de la compañía. También es una buena forma de encauzar la noche tras la cena, para no aburrirse y pasar de la mesa a otra cosa.

11.- Prepara un buen caldo desgrasado. O compra uno de calidad. Cuando vayan llegando tus invitados del frío de la calle, es muy posible que agradezcan una taza de caldo calentita. Además si hay ancianos entre tus invitados o niños pequeños, es fácil que a lo largo de la noche prefieran un vaso de caldo caliente que les entone antes que otro tipo de bebidas.

12.- En lo que a comida se refiere, ten siempre un plan B. Ten en el congelador algún precocinado de calidad que puedas preparar a última hora si es necesario o algunas latas que te puedan sacar de un apuro (hay buenas carnes enlatadas con una larga fecha de caducidad, que te puedan venir bien en otra ocasión si no las usas esta Navidad). Y puedes tener algún helado bueno en el congelador para los postres. Por si se quema algo, por si se va la luz un rato, por si se estropea a última hora el horno o se te cae la fuente llena de comida al suelo, por si al final sois más de los que habías pensado… Vamos, el clásico “por si acaso”, pero que te puede arruinar la noche si no tienes nada previsto.

13.- Que no te falte pan. Hay quien no concibe comer sin él y menos ciertos platos, así que procura pecar de más que de menos o ten a mano alguno de esos panes precocinados que sólo necesitan unos minutos de horno, por si fueran necesarios. Y en caso de que te sobre, siempre podrás preparar unas tostadas o un pudín los días siguientes.

14.- Los niños, a su aire pero con control. No es cuestión de hacerles estar dos horas sentados a la mesa porque nos apetezca disfrutar de una sobremesa charlando alegremente, pero tampoco les dejes asilvestrarse descontrolados. Si no son demasiado pequeños, lo suyo es que coman con los adultos y una vez se terminen los postres, puedan jugar a su aire o entretenerse viendo alguna película de su gusto en otro cuarto hasta la hora de abrir los regalos.

15.- No sientes juntos a quienes no se lleven bien. Si sabes que dos de tus invitados se llevan mal o no todo lo bien que sería de desear, pon marcasitios que indiquen a cada persona dónde debe sentarse, y haz que no estén ni uno junto al otro, ni uno enfrente del otro.

16.- Cuidado con las velas y otros elementos de fuego. Ayudan mucho a crear un ambiente agradable, pero pueden resultar peligrosos, así que ten mucho cuidado de dónde los pones y cómo los empleas, sobre todo si hay niños traviesos en casa o personas descuidadas entre tus invitados.

17.- Sé firme en prohibir los móviles en la mesa. No resulta agradable estar disfrutando de una cena en buena compañía y que alguno o algunos de los presentes haga más caso del móvil que de la conversación o de los platos que tanto ha costado preparar. Pide que los dejen apagados o en silencio mientras dure la cena. Si alguien espera una llamada urgente e importante (porque ha dejado los niños con una canguro o tiene un familiar hospitalizado o algo verdaderamente importante), puede dejarlo en un lugar en el que se oiga si suena pero que no sea atenderlo en la mesa. Además, en esos casos, siempre se puede dar el fijo de la casa como contacto.

18.- Ten a mano los teléfonos de taxi y urgencias médicas. El segundo, por si acaso, esperando que no haga falta usarlo, el primero, sobre todo por si alguien se ha pasado con la bebida y no puede hacer uso de su vehículo particular para regresar a casa.

Como ves, son consejos sencillos y de sentido común, fáciles de llevar a cabo, pero que contribuirán y mucho a que la cena de Nochebuena salga de maravilla en todos los aspectos.

 

Foto by Pixabay

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