Cómo comunicarnos con nuestros mayores facilmente

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cómo comunicarnos con nuestros mayores fácilmente

A medida que cumplo años, me encuentro con más personas cercanas que están preocupadas por sus mayores (abuelos, padres, suegros…) y qué por distancia y por la vida diaria, no pueden visitar habitualmente. Si es tu caso, seguramente utilices el teléfono para interesarte por ellos, preguntarles cómo están tratar de averiguar si han comido bien o salido de paseo, si están tomando su medicación o han acudido al médico como les correspondía, y todo con mucha mano izquierda para no parecer demasiado entrometida.

Cuando se trata de una madre y si siempre ha habido buena relación, no suele haber problema, pero hay muchos casos en los que la cosa se complica; esos padres que sólo saludaban al teléfono porque la que daba conversación era su esposa y ahora están solos y no saber comunicarse con facilidad, los suegros a los que sólo saludábamos porque hablaban más con nuestra pareja pero que la hacerse mayores nos generan preocupación, las personas poco dadas a hablar de si mismas y a las que les parece que hablar por teléfono de lo que ellos llaman vanalidades (aunque para ti sean preocupaciones serias) es una pérdida de tiempo y/o de dinero…

En estos casos hay que tener mucha mano izquierda y buscar frases que nos ayuden a llegar a la respuesta que queremos obtener sin necesidad de formular la respuesta directamente. Es más fácil de lo que parece, pero si te falta soltura, puedes empezar con alguna de las siguientes frases.

* SI TE PREOCUPA SU ALIMENTACIÓN.

Te llamo ahora a ver qué tal todo, antes de ponerme a hacer X comida. Igual te pillo a ti cocinando también, ¿puedes hablar ahora? ” Puede que lo deje en un no, pero en ese caso puedes seguir por el mismo camino. “¿Ya lo tienes hecho o todavía no te has puesto?“. Eso ya le obliga a contestar algo más que un monosílabo y te puede ayudar si te preocupa si come bien, qué come, si se cuida con la alimentación (si tiene que seguir alguna dieta específica)… Si es parco en palabras puedes insistir pero sin que lo parezca. “Yo voy a preparar X , ¿y tú?“. Como ya estás dando tú la misma información sobre la que preguntas no resulta tan agresivo o tan entrometido como preguntar directamente ¿qué vas a comer? ¿Seguro que estás comiendo bien?
Enfoca siempre la pregunta en positivo, si te dice qué va a preparar no contraataques con frases como “Pero no lo harás frito, ¿no? que no te sienta bien“. El otro se pondrá a la defensiva. Es mucho mejor tratar de averiguarlo de otra manera. “Que bueno, ¿y cómo lo preparas, en el horno?“, o “¡Anda, con lo que hace que no lo como yo! ¿Y cómo lo cocinas, que eso no se me da muy bien a mi?“.

* SI TE PREOCUPA QUE NO SALGA DE CASA.

Aludir al tiempo es una buena forma de encarrilar la conversación hacia donde queremos. Por ejemplo, preguntas cómo hace y si la respuesta es que hace bueno “que bien, entonces se estaría de maravilla en X (el parque, tal plaza, de paseo…)” . Si te dice que si, es que ha estado, puedes preguntarle si había mucha gente o si se ha encontrado con alguien concreto que conozcas y sepas que suele frecuentar ese sitio, a ver si así te cuenta algo más. Si te responde que no, ya puedes preguntarle “¿ah, que has ido para otro lado? ¿O no has salido?“. La respuesta es la una o la otra, ya no puede solventarla con un si o un no.

Si al principio la respuesta a cómo está el tiempo es que malo, tu frase clave puede ser “Entonces no habrás podido salir, claro“. Si te responde claro, ya sabes que no ha salido, pero si lo ha hecho te dirá “si, he ido a Tal o he estado en Tal sitio“. Y ya tendrás tu respuesta sin haber formulado directamente la pregunta.

* SI TE PREOCUPA CÓMO ESTÁ DE LA CABEZA.

He visto que en X (comercio) hay X (producto de oferta), por si te interesa, ¿tú lo sueles usar?“. Tienes que usar una oferta real, de un producto más o menos común (no algo raro que no sepa qué es) y, si es posible, que tú sepas si usa o no. Pongamos, galletas, por ejemplo; si te dice que no usa y tú sabes que si, ya es sintomático de algo. Le puedes preguntar (siguiendo con el ejemplo de las galletas) qué desayuna entonces, a ver qué te responde y si lo hace con coherencia.

Si te dice que si, puedes decirle “pues igual te interesa, ¿o ya tienes en casa?“. Ver si sabe qué tiene o no, qué es barato o no, si controla el valor del dinero o lo que come o deja de comer.

Otra frase para ver qué tal anda de memoria, puede ser “¿Viste anoche X programa?” (uno que sepas que le gusta y que dieran anteayer o hace dos días, pero nunca la víspera). Te puede decir que estás despistada y lo dieron otro día (buena señal) o simplemente decir que si. En ese caso intenta tirar un poco del hilo, aunque tú no hayas visto el programa en cuestión. “Estuvo bien, pero a ratos“, y a ver qué te cuenta del programa… que no pudo ver ayer porque no se emitió.

Son formas no agresivas de intentar dar con la información que queremos, sin tener que mostrar directamente nuestras intenciones, para que la otra persona no se ponga a la defensiva o se sienta ofendida u observada. Un poco de mano derecha y evitar los atajos, nos hará sentir un poco más de tranquilidad respecto a nuestros mayores, aún en la distancia.

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