Estamos acostumbrados a ver tarjetas marcasitios sobre todo en películas anglosajonas y en ciertas bodas, pero es algo que habitualmente no utilizamos en la vida diaria. Sin embargo, un objeto tan modesto y tan sencillo puede ser un gran aliado cuando organizamos comidas o cenas con amigos o familia y nos puede ayudar mucho más de lo que imaginamos. Si te preguntas cómo y por qué, sólo tienes que seguir leyendo para encontrar las respuestas.
* Si hay invitados que no se conocen entre si (pongamos que juntas amigos y familia en un cumpleaños, por ejemplo) y quieres evitar la formación de “grupitos” entre los que se conocen y favorecer la interacción y socialización entre todos, unas tarjetas marcasitios son perfectas para repartir en la mesa .
* Si hay algún invitado al que podamos calificar de “conflictivo”, sea porque disfruta discutiendo o metiendo el dedo en la llaga a todo aquel con el que habla, sea porque cuando bebe de más se pone pesado, puedes situarle al lado de quien sabes que le controla (pareja, padre, un amigo con mano izquierda…) y evitar problemas
* Si hay dos invitados que no se llevan especialmente bien pero te ves obligada a sentarlos a la misma mesa, con las tarjetas marcasitios puedes evitar que coincidan. No te fíes del “ya se ocuparán ellos de no sentarse cerca el uno del otro”, porque una cosa son los deseos y otra la realidad. ¿Prefieres arriesgarte a que ya haya comensales sentados y no les quede otro remedio que estar juntos, justo enfrente o con sólo una persona entre medias de ambos?.
* En una comida o cena con amigos, para favorece que las parejas socialicen y no hablen sólo entre sí.
* Para esas ocasiones en que quieres favorecer relaciones entre dos personas (y no hablamos de hacer de casamentera, sino por intereses laborales, amistosos o porque sabes que dos personas van a tener cosas en común que favorecerán la conversación).
* Para separar a esos amigos o familiares que sabes que tienen inclinaciones diferentes en tres temas que deberíamos tratar de evitar en la conversación a toda costa pero que es más que probable que acaben saliendo; fútbol, política y religión. Ponlos lejos unos de otros, y favorecerás la armonía entre todos los invitados.
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