Preparar salsa de pimientos casera es muy sencillo y da mucho juego. Puedes hacer cantidad y guardarla en conserva o congelar, una opción más segura, para utilizar cuando te apetezca aderezando platos sencillos y elevando su nivel con solo unas cucharadas.
Salsa de pimientos: recetas caseras para chuparse los dedos
En esta ocasión te presentamos tres recetas de salsa de pimientos muy sabrosas y diferentes, con distintos especiados y matices, ideales para distintos tipos de plato. Anímate a probar todas ellas y recuerda etiquetar correctamente cada recipiente con la fecha de envasado para elegir la adecuada para cada ocasión.
Salsa de pimientos para pollo
Cualquier plato de pollo tendrá un sabor muy especial con esta salsa de pimientos. Desde unas sobras de pollo asado a unos filetes de pechuga a la plancha e incluso es exquisita para mojar en ella alitas fritas.
Pruébala como acompañamiento de milanesas de pollo o de flamenquines de pollo con jamón y queso y atrévete a utilizarla en tus guisos de ave. ¡Hay infinidad de formas sabrosas de utilizarla!
Sus ingredientes son sencillos y la elaboración muy fácil. Concentra mucho el sabor natural del pimiento y tiene un toque mediterráneo realmente rico.
Los ingredientes son para preparar una cantidad grande y tener doce raciones individuales que puedes congelar por separado o para varios, según para cuántas personas suelas cocinar en casa.
- 3 pimientos rojos grandes carnosos
- 3 pimientos amarillos carnosos de similar tamaño
- 3 pimientos verdes de similar tamaño
- 5 tomates deshidratados
- 125 ml de vino dulce
- 1 cebolla morada pequeña
- 3 dientes de ajo
- 1/2 ct de orégano seco
- 1/2 ct de tomillo seco
- 1/4 cucharadita de pimienta negra
- 5 cucharadas de aceite de oliva
- sal
Lavar y secar los pimientos, cortar y retirar los pedúnculos y las semillas. Picar en daditos la parte comestible. Pelar y picar en daditos la cebolla.
Pone al fuego una sartén amplia con el aceite de oliva, la cebolla y los pimientos y sofreír hasta que se doren.
Mientras tanto pela los ajos y prepara un majado con la pimienta negra, el orégano, el tomillo y un pellizco generoso de sal. Añadir a las sartén y cocinar unos minutos más evitando que el majado se tueste.
Picar en daditos el tomate deshidratado y añadir a la sartén. Cubrir todo con el vino dulce y cocinar en un hervor suave por espacio de unos 30 minutos. Triturar todo muy bien, rectificar de sal si es necesario y ya puedes usar la salsa de pimientos para las recetas de pollo que quieras.
Salsa de pimientos picantes casera para valientes
Prepara una salsa de pimientos con un nivel de picante elevado es crear un aderezo para paladares atrevidos.
Guardando en el congelador diminutas porciones de una o dos cucharadas tendrás una salsa sabrosa para dar un toque osado y único a los platos más inesperados: pizzas, patatas fritas, bocadillos creativos, hamburguesas gourmet y todo lo que se te ocurra. Con poca cantidad cualquier preparación aburrida se convertirá en todo un festival de sabor.
Eso sí, una advertencia: cuidado con los vapores y los jugos al cocinar la salsa de pimiento picante. Es recomendable usar guantes de látex para manipular los pimientos picantes y evitar que sin querer te toques los ojos, la boca, la nariz o una herida, porque no es agradable. Los vapores no suelen ser tan agresivos, pero no está de más ser precavida. Es momento de sacar tus gafas de bucear y usarlas al cocinar esta salsa sin que los compuestos picantes volátiles entren en tus ojos.
Si llegado a este punto aún tienes ganas de hacer salsa de pimientos picantes casera, te va a alegrar de hacerlo porque lo cierto es que es deliciosa. Para su elaboración necesitas:
- 5 guindillas amarillas
- 5 chiles serranos rojos frescos
- una lima
- un diente de ajo grande
- 100 ml de aceite de oliva
- sal
Saltear las guindillas y los chiles, limpios y sin los pedúnculos, en un wok o sartén con un chorrito del aceite de oliva para que se doren y tengan un ligero color tostado en algunos puntos.
Poner el contenido del wok en un vaso de batidora, añadir el ajo pelado crudo, el zumo de una lima y un pellizco de sal. Añadir el resto del aceite de oliva y triturar para lograr una salsa de pimiento emulsionada, picante y sabrosa.
Chutney de pimientos
El chutney es una salsa de pimientos un tanto especial, con un sabor agridulce marcado, ideal para preparar platos asiáticos y para convertir preparaciones básicas en platos especiales.
Una pequeña cantidad de chutney de pimientos da un toque especial a cualquier pescado asado o a la plancha, enriquece carnes y aves cocinadas de forma sencilla, da gracia a arroces básicos y convierte unas sencillas legumbres cocidas en todo un espectáculo culinario.
Para su elaboració necesitas:
- 6 pimientos rojos carnosos grandes
- 2 pimientos verdes carnosos grandes
- una cebolla morada pequeña
- 250 ml de vinagre de vino blanco
- 10 cucharadas de azúcar moreno de caña
- una punta de cuchillo de guindilla de cayena molida
- 10 gramos de jengibre fresco
- 1 cucharada de ralladura de piel de limón
- 1/2 cucharadita de mostaza en polvo
- 1/4 cucharadita de pimiena negra molida
Lavar los pimientos y picar en daditos su parte comestible desechando los pedúnculos y las semillas. Pelar la cebolla y picar muy fina.
Poner en una cazuela de acero inoxidable antiadherente los pimientos y la cebolla picados.
Diluir en el vinagre la mostaza, la cayena molida, la mostaza en polvo, la piel de limón y el jengibre fresco rallado y verter la mezcla sobre el pimiento y la cebolla. Espolvorear con el azúcar, mezcla bien y pon al fuego. Remover y dejar que se cocine poco a poco hasta que se diluya el azúcar.
Subir un poco el fuego para que entre en ebullición. Cocina en un hervor suave poco a poco, removiendo de vez en cuando. Añade un poco de sal y cuando la mezcla esté a punto, aproximadamente entre hora y hora y cuarto después, con una textura de confitura densa, ya está lista.
Esta temporada da un toque especial a tus platos. Tómate una tarde para preparar estas recetas de salsa de pimientos y congela porciones debidamente etiquetadas para dar un toque extra de sabor a tus platos sencillos de diario.
