Cuándo acudir a terapia de pareja

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Cuándo acudir a terapia de pareja - El Jardín de Venus

Cada vez es más frecuente encontrar anuncios o profesionales que se dedican a las terapias de pareja. Y no es de extrañar, cuando la tasa de divorcios en España es una de las más altas del mundo. Te contamos cuándo es buena idea acudir a terapia de pareja.

De cada 100 matrimonios que se celebran en España, 61 terminan en divorcio. Los motivos pueden ser de todo tipo, pero en ocasiones una terapia de pareja puede convertir un matrimonio con problemas en un matrimonio feliz y cambiar el rumbo de esa relación, evitando una ruptura. Según las estadísticas oficiales, de cada 5 parejas que acuden a terapia de pareja, 4 deciden seguir con su relación. Y es de suponer la pareja que realmente rompe lo hará de forma civilizada, siendo lo mejor para ambos miembros de la misma.

Pero vayamos al grano. ¿Cuándo acudir a una terapia de pareja? Básicamente cuando en la pareja existan problemas que hagan dificil la convivencia o la felicidad de sus miembros, y éstos quieran solucionarlos. Si tienes claro que el divorcio es la solución, si no quieres saber nada de tu pareja, seguramente sea absurdo perder tiempo, dinero y esperanzas en una terapia. Pero si crees que con un poco de trabajo y ayuda podéis solucionar vuestras diferencias o problemas, anímate a proponerle a tu novio/a o cónyuge acudir a una de estas terapias. Si todavía le quieres, si no quieres tirar por la borda la relación, si tenéis hijos que sufren ante vuestra falta de entendimiento, no perdéis nada probando una terapia de pareja que quizá os ayude a mejorar vuestra relación y a hacerla viable y feliz.

Quizá te estés preguntando con qué clase de problemas acuden las parejas a terapia. Eso es casi como preguntarse con qué clase de problemas acuden alguien a consulta psicológica o al médico de cabecera. Son tantos y tan variados, a veces son problemas aislados y a veces son varios al mismo tiempo, que es absurdo tratar de ver si lo que tú crees que sucede en tu pareja se ajusta a alguno de ellos. Si cada paciente es un mundo, cada pareja y su relación es un universo diferente a todos los demás, en lo bueno, en lo malo, en lo regular, en lo que ayuda y en lo que entorpece la felicidad conjunta de ambos miembros de la misma.

A terapia de pareja se puede acudir desde infinidad de estados de pareja; desde la falta de comunicación a los problemas en las relaciones íntimas, desde los casos de infidelidad a reproches no resultos, desde discusiones por cuestiones económicas o por el modo de educar a los hijos, a problemas de celos y otros muchos casos más.

Si tienes problemas de pareja que te están complicando la existencia y te gustaría solucionar, propón a tu chico/a acudir a terapia. Pero debes saber que el compromiso y trabajo de los dos será necesario para que tenga sentido someterse a terapia. Y, aún así, puede darse el caso de que la mejor solución para la pareja sea la disolución, una separación definitiva que de forma sane devuelva la felicidad, por separado, a los dos miembros de la pareja.

Busca en tu ciudad o en una cercana, si te hace sentir más cómoda, profesionales que se dediquen a este tipo de terapia. Aunque es importante seguir sus ejercicios y consejos, si sientes o sentís que no os ayuda u os hace sentir extremadamente incómodos en muchos aspectos, sopesad antes de enviar todo al garete la posibilidad de cambiar de profesional. No de buenas a primeras, si no después de pensar bien si lo que os molesta es lo que os hace ver de vosotros, o su actitud y forma de trabajar. Quizá acabéis dándoos cuenta de que el problema era vuestro, pero también puede darse el caso de que esa persona no era la adecuada para ayudaros en el camino de una terapia de pareja, que casi nunca resulta ni rápida, ni sencilla.

 

Foto by Pixabay

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