Empezar un huerto en verano, qué tener en cuenta.

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Empezar un huerto en verano no es lo más habitual. Sin embargo, es una posibilidad tanto si buscas crear un huerto urbano o un huerto en un jardín. La situación actual está haciendo que muchas personas se planteen esta posibilidad. Por una parte, para que la cosecha, incluso aunque sea pequeña, contribuya a la economía familiar. Por otra, para disponer de una zona verde en casa, en previsión de pasar más tiempo en ella. Estos consejos te ayudarán a comenzar tu huerto en agosto y sacarle partido. Sea un huerto doméstico privado o un huerto comunitario.

Empezar un huerto en verano - El Jardín de Venus

Empezar un huerto en verano, los cuatro pasos iniciales a dar.

Decide qué tipo de huerto quieres y con qué espacio cuentas para ello.

El primer paso es decidir qué tipo de huerto deseas. Y cuál te puedes permitir con el espacio del que dispones. Si este es escaso quizá tengas que ir a soluciones eficientes como un huerto vertical en una pared. Sea un huerto en tierra, en mesa de cultivo o en macetas deberás tener claras sus condiciones. Es decir, si recibe luz solar y en qué medidas así como si sufre el azote de vientos o si es fácilmente accesible para trabajar en él.

Es el momento de tomar decisiones. Y el componente económico también puede ser decisivo. Ten en cuenta que algunos tipos de huerto requieren una mayor inversión inicial. Por ejemplo, si compras una mesa de cultivo o un panel de macetas para pared. Aunque siempre puedes buscarlo de segunda mano. O tratar de construirlo con materiales de desecho a los que dar así una segunda vida.

Valora qué sembrar o plantar en tu huerto en verano.

El espacio, clima y orientación son determinantes para la elección de qué sembrar o plantar en un huerto. Pero también debes valorar qué tipo de cosecha quieres recoger. Si el motivo de tener un huerto se debe al puro placer de cuidarlo esto quizá no te importe mucho y solo necesites saber qué plantas requieren una mayor atención.

Pero otros motivos implican otras decisiones. Por ejemplo, si creas un huerto para embellecer tu terraza o jardín deberás elegir plantas que además de comestibles sean ornamentales. Y si el motivo principal es ahorrar algo en la cesta de la compra, qué plantas supondrán para ti o tu familiar una mejora en ese sentido. En este caso ten en cuenta que puedes tomar distintas decisiones y según tu interés habrá una que sea la más acertada para tu caso:

  • Elegir plantas muy prolíficas, que den mucha cosecha en poco espacio. Para tener una mayor cantidad de alimento ocupando el menor espacio de cultivo. Por ejemplo, patatas que en un solo cubo puede dar una buena cantidad de alimento. O tomates cherry, muy prolíficos, aunque no aptos para comenzar un huerto en verano y más adecuados para ser sembrados al final de la primavera.
  • Optar por plantas de comestibles caros. Es decir, plantas que en el mercado tienen un precio elevado y que cultivar en casa es muy rentable. Así podrás disfrutar de estos alimentos sin dejarte el presupuesto familiar y adquirir otros alimentos más baratos para combinarlos. Es el caso, por ejemplo, de bayas como los arándanos, que según el clima se pueden cosechar en otoño si compras la planta ya en edad de producir, pues suelen tardar dos años en hacerlo.
  • Tener un huerto de plantas aromáticas. Este tipo de huerto requiere poco espacio y lo que te permite es aderezar productos básicos para no cansarte de ellos en la mesa. Las plantas aromáticas le dan un toque especial a alimentos sencillos y baratos que no te aburrirás de repetir, porque así los prepararás de diferentes modos. Además son adecuadas para empezar un huerto en verano porque se pueden comprar ya en maceta a un bajo precio. Y ocupan poco espacio.

Pero empezar un huerto en verano también implica que no es tiempo para cualquier vegetal. En agosto puedes cultivar espinacas, que se dan bien en el suelo y en maceta, y en las variedades tempranas apenas tardan 45 días en poder cosecharse o rabanitos que suelen tardar entre 30 y 40 días desde su siembra a su cosecha. Por ejemplo. O remolachas y puerros para recolectar en la recta final del invierno o durante la siguiente primavera.

Los canónigos y la rúcula también se pueden sembrar en agosto y se cosechan pocas semanas después. Y admiten tanto cultivo en tierra como en mesa de cultivo o en macetas. Y también puedes iniciar un semillero sembrando vegetales como la escarola o la col que se consumen en invierno.

Piensa cómo obtendrás agua y sustento para las plantas de tu huerto.

Dos puntos esenciales para el éxito de un huerto en casa son el agua y el sustento o fertilización. Siempre es buena idea elegir plantas que requieran de poca agua. Especialmente si debes llevarla de una zona no contigua al propio huerto. En cuanto a la fertilización, valora la posibilidad de hacer tu propio compost, si bien existen otras alternativas.

Planifica el huerto para todo el año.

No te limites a empezar un huerto en verano y dejarte llevar si quieres disfrutarlo todo el año. Planifica cómo quieres que sea este a lo largo de las estaciones. Es clave para la elección de plantas a incluir valorando el tiempo que tienen que convivir aún cuando no estén en temporada de cosecha. Pero también para diseñar un calendario de trabajos adecuado.

Si de verdad tienes ganas de tener un huerto en casa no esperes más. Ya puedes empezar un huerto en verano y disfrutar de él a lo largo de todo el año. Anímate da un paso adelante. Lo disfrutarás.

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